Josué

El pasado mes celebrábamos el funeral de Josué, un niño de unos 30 años.
Nació con una parálisis cerebral muy severa que le impidió tanto la movilidad física como el desarrollo mental.

Con ocasión de una visita de Juan Pablo II a España, los abuelos de Josué consiguieron llegar con él hasta la primera fila del lugar por donde el papa saludaba a la gente, y mostrándole a su nieto le hicieron una pregunta que les salía del corazón:
- Santo Padre, ¿por qué Dios ha permitido esto?
El papa se paró ante aquella familia angustiada y, también desde lo más hondo, les respondió con unas palabras proféticas (de esas que sólo brotan de los hombres muy próximos a Dios):
- Si alguna vez yo voy al cielo, será de la mano de este niño.

Pues bien, ¡Josué ya está en el cielo!

¡La paz contigo!

3 comentarios:

Aurora Llavona dijo...

Y seguro que desde allí es feliz

Enrique dijo...

Yo tengo un nieto así.
Y sé que mi cielo, si alguna vez voy a él, consistirá en verlo correr y jugar al fútbol con sus primos.

Anónimo dijo...

"¿Por qué Dios ha permitido esto?"

Cuando los niños nacen, nacen puros de sentimientos. Al no tener experiencias, no conocen el rencor, el odio, la desconfianza, etc...

Nacen y poseen lo más cercano a Dios, EL AMOR.
El amor que ven en todas las cosas y el amor que reciben.

Además, como usted bien ha dicho, era un niño de 30 años, ¿y está más cerca de Dios que quien mira todo lo que le rodea con los ojos y la inocencia de un niño?

¿Sabe? No se me ha dado el caso, pero puedo imaginar que es duro para una familia encontrarse ante estas circunstancias.
Sobre todo porque a veces no pensamos que todas las cosas en la vida y la vida misma es un continuo aprendizaje.

Aprender a amar por encima de todo y a observar, que no por malas o injustas que nos parezcan las circunstancias son en realidad así.

Hay tantas formas de pensar...
Quizá en vez de verlo como algo injusto que no comprendemos que hemos hecho mal para que nos ocurra, podíamos pensar y es lo que pienso, que tenemos una persona con nosotros que nunca va sentir nada más que amor, amor por todo lo que le rodea...

Tenemos la inmensa suerte de contar con un lazo muy estrecho hacia Dios, que al fin y al cabo es eso, AMOR.

Saludos y enhorabuena por su blog. Un placer leerle