No tengo claro qué concepto tienen los ancianos de Internet. A veces parece que le dan más valor que los que lo estamos utilizando continuamente, como si fuese esa panacea mediante la cual uno es capaz de conseguirlo todo.
.
Hace ya unas semanas, acompañé a un matrimonio a visitar, en una residencia de sacerdotes jubilados, a un amigo común.
Nuestro cura amigo tiene ya bastantes años, aunque la ancianidad parece habérsele presentado de golpe, pues hasta no hace mucho tenía un auténtico espíritu joven que le permitía llevar esa vida viajera que siempre le ha caracterizado. (Así, por ejemplo, con más de ochenta años se recorrió toda Italia en auto-caravana.)
Sin embargo, varios infartos cerebrales le tienen actualmente dormitando en una silla de ruedas, con cada vez más escasos momentos de lucidez.
Al despedirnos de él, hizo inclinarse a la mujer del matrimonio, a la que no había soltado en todo aquel tiempo la mano, y le susurró unas palabras al oído.
Ya fuera de la residencia, la mujer, emocionada, nos dijo a su marido y a mí:
“¿Sabéis lo que me ha dicho? Reza por mí, que voy ha hacer mi ultimo viaje. Díselo a todos para que estén conmigo. Que le pidan a Jesús y a la Virgen por mí. Y como sé que tú usas eso de Internet y puedes hablar con gente de todo el mundo, diles también a todos ellos que recen por este pobre pecador.”
Ella, que sabe que escribo este blog, me pidió que a través él pidiese a todos los que lo siguen que rezasen por nuestro amigo.
De nada sirvió que yo le dijese que casi no escribo y que, de hecho, son pocos los que lo leen. Ella misma escribió unas notas para que las publicase directamente aquí y así yo no tuviese la excusa de la “falta de tiempo”.
Por desgracia, debí borrar el correo que me envió porque no lo encuentro por ningún sitio.
Esta amiga, a quien no me he atrevido a decirle que había perdido su entrañable escrito, no ha dejado de enviarme correos como: “Será mejor que publiques la entrada pidiendo por nuestro amigo cura ¡antes de que sea tarde!”; correos que han acabado por hacerme sentir algo culpable.
Como yo creo en la “comunión de los santos” y en el gran valor que tiene el orar los unos por los otros, al escribir estas líneas cumplo, aunque con un poco de retraso, con mi misión.
No se si tú sacarás tiempo para rezar por él, pero a lo mejor ese viejo cura tiene más razón que yo al confiar en Internet como un instrumento para comunicar almas (y no sólo ideas).
.
¡La paz contigo!
.
Hace ya unas semanas, acompañé a un matrimonio a visitar, en una residencia de sacerdotes jubilados, a un amigo común.
Nuestro cura amigo tiene ya bastantes años, aunque la ancianidad parece habérsele presentado de golpe, pues hasta no hace mucho tenía un auténtico espíritu joven que le permitía llevar esa vida viajera que siempre le ha caracterizado. (Así, por ejemplo, con más de ochenta años se recorrió toda Italia en auto-caravana.)
Sin embargo, varios infartos cerebrales le tienen actualmente dormitando en una silla de ruedas, con cada vez más escasos momentos de lucidez.
Al despedirnos de él, hizo inclinarse a la mujer del matrimonio, a la que no había soltado en todo aquel tiempo la mano, y le susurró unas palabras al oído.
Ya fuera de la residencia, la mujer, emocionada, nos dijo a su marido y a mí:
“¿Sabéis lo que me ha dicho? Reza por mí, que voy ha hacer mi ultimo viaje. Díselo a todos para que estén conmigo. Que le pidan a Jesús y a la Virgen por mí. Y como sé que tú usas eso de Internet y puedes hablar con gente de todo el mundo, diles también a todos ellos que recen por este pobre pecador.”
Ella, que sabe que escribo este blog, me pidió que a través él pidiese a todos los que lo siguen que rezasen por nuestro amigo.
De nada sirvió que yo le dijese que casi no escribo y que, de hecho, son pocos los que lo leen. Ella misma escribió unas notas para que las publicase directamente aquí y así yo no tuviese la excusa de la “falta de tiempo”.
Por desgracia, debí borrar el correo que me envió porque no lo encuentro por ningún sitio.
Esta amiga, a quien no me he atrevido a decirle que había perdido su entrañable escrito, no ha dejado de enviarme correos como: “Será mejor que publiques la entrada pidiendo por nuestro amigo cura ¡antes de que sea tarde!”; correos que han acabado por hacerme sentir algo culpable.
Como yo creo en la “comunión de los santos” y en el gran valor que tiene el orar los unos por los otros, al escribir estas líneas cumplo, aunque con un poco de retraso, con mi misión.
No se si tú sacarás tiempo para rezar por él, pero a lo mejor ese viejo cura tiene más razón que yo al confiar en Internet como un instrumento para comunicar almas (y no sólo ideas).
.
¡La paz contigo!
11 comentarios:
Hoy ese viejo cura estará presente en mis oraciones. Gracias por compartir esto con todos.
Yo de chico empezaba a rezar lo típico: el padre nuestro, avemaría... y al final, pedía por mi madre, mi padre, mi hermana,e tc... pero iba creciendo y cada vez pedía por más gente y la lista se hacía interminable. Así que un día me dije, pues digo por todos, y ahí entra todo el mundo, los que conozco y los que no, y hasta los que se me olvidan. La verdad que tengo un sentimiento de vagueza, pero bueno ¿puede valer, no? :)
Señor, permite preparar tu casa para la llegada de un sacerdote, pobre pecador como el dice. Ten misericordia de sus multiples fallas, pero sabemos que tendras en cuenta el amor que ha dado sin esperar nada a cambio. Solo te pedimos Padre que le escuches y en nombre de nuestro Señor Jesucristo le permitas hacer ese ultimo viaje directo al paraiso.
Amen.
Van mis oraciones x el.
Saludos
Pediré por él.
Ya está en la lista.
¿Que son pocos los que te leen, tío cura? ¡Qué ingenuo eres! Te aseguro que somos legión. Y faltaría más: un misterio del rosario por tu amigo en cuanto pueda.
Abrazos de parte de un joven lector que no comenta nunca pero te leer siempre.
Debo reconocer que vuestra rápida y fraternal respuesta ha hecho que me emocionara (creo que me estoy haciendo viejo).
Muchas gracias en su nombre, en el mío y en el de nuestra madre la Iglesia.
¡La paz con todos!
Hola tio cura.
No creo que son pocos los que le leen.
Sepa que con 13 años que tengo le sigo cada cierto tiempo para ver si ha puesto algo nuevo.
Encomendaré a ese sacerdote en mis oraciones y tambien espero su próximo mensaje.
Yo también rezo por su amigo.
yo también rezo y estoy segura que no es tarde ;-)
cuenten con mis oraciones. paz y bien
Publicar un comentario